¿Vale la pena cubrir tu exposición al dólar? Estrategias para protegerse si la depreciación continúa

El dólar lleva meses mostrando debilidad frente al euro y eso tiene consecuencias directas para cualquiera que tenga activos, ingresos o inversiones en esa moneda. La Reserva Federal prepara recortes de tipos, la inflación en Estados Unidos sigue dando guerra y el euro se ha fortalecido hasta niveles que no se veían desde hace tiempo. En este contexto, la pregunta es evidente: ¿te conviene cubrir tu exposición al dólar para evitar que la depreciación te pase factura?

Cuándo tiene sentido cubrirse frente al dólar

No siempre que el dólar cae es necesario cubrirse. Hacerlo tiene un coste y puede jugar en tu contra si la divisa rebota. Pero hay momentos en los que la tendencia es clara y la pérdida de valor puede ser demasiado grande como para ignorarla.

Hoy el dólar se mueve en mínimos de varios años frente al euro y las previsiones apuntan a que la relación EUR/USD podría seguir escalando hasta niveles de 1,20 si la política monetaria en Estados Unidos sigue relajándose. Esto significa que si tienes ahorros, inversiones o cobros en dólares, el riesgo de que su valor en euros se reduzca es real. Y cuando se trata de proteger tu patrimonio, a veces conviene asumir el coste de cubrirse para ganar tranquilidad.

Cubrir tu exposición tiene sentido cuando tu posición en dólares es significativa, cuando necesitas convertir esos dólares en euros en el corto o medio plazo y cuando no puedes permitirte un golpe de valor inesperado.

Estrategias prácticas para protegerte

Las formas de cubrirte frente a la caída del dólar son varias, pero no todas se ajustan a todos los perfiles. Aquí las más habituales y realistas:

  • Contratar derivados de divisa como forwards u opciones. Te aseguran un tipo de cambio futuro, lo que elimina la incertidumbre, aunque te obliga a asumir un coste inicial.
  • Invertir en fondos o ETF con cobertura de divisa. Pagas algo más de comisión, pero delegas esa gestión y eliminas el riesgo de tipo de cambio en tu inversión.
  • Reajustar tu cartera incluyendo activos que se beneficien de un dólar débil o diversificar más hacia activos en euros para compensar el riesgo.
  • Negociar cláusulas en contratos si trabajas con ingresos o pagos en dólares, fijando de antemano el tipo de cambio o compartiendo el riesgo con la otra parte.

Cubrir no siempre compensa. Si tu exposición es pequeña, los costes de la cobertura pueden ser más altos que el riesgo que corres. Si tu actividad sigue generando dólares de forma natural, quizá sea mejor mantenerlos en esa moneda. Y si crees que la caída puede frenarse pronto, cubrirse ahora podría hacerte perder oportunidades.

La clave está en calcular bien tu exposición y en valorar cuánto estás dispuesto a pagar por eliminar el riesgo. La cobertura no es gratuita, pero a veces la tranquilidad de saber que no perderás poder adquisitivo compensa con creces.

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