La crisis del euro

El Instituto Internacional de Finanzas (IIF) ha manifestado hoy su disposición a participar en la condonación de la deuda de Grecia, pero no prevé una solución rápida. El director del IIF, Charles Dallara, ha dicho que se va a crear un comité para sondear las posibilidades que existen.

Dallara ha asegurado que no se va a llevar a cabo una nueva ronda de negociaciones sobre la cuantía de la condonación, que según acordó la UE debe llegar como mínimo al 50%.  Dicho pacto estaba conformado por:  la quita de la deuda griega del 50%, un fondo de rescate para los países con problemas con una capacidad de un billón de euros y un compromiso de recapitalización de la banca europea.

Estas son las tres principales conclusiones de la cumbre  que celebraron  en Bruselas los líderes de la zona euro. Tras más de siete horas de negociaciones, los jefes de Estado y de Gobierno de los 17 países de la eurozona pactaron con la banca para que asuma pérdidas del 50% en los bonos griegos en sus balances, que supone unos 100.000 millones de euros, según informaron fuentes comunitarias. El objetivo de esta quita es reducir el nivel de deuda de Grecia al 120% del PIB de aquí a 2020, según dijo ayer la canciller alemana, Angela Merkel. El impago parcial de los bonos griegos es uno de los tres pilares del plan de la UE para combatir la crisis de deuda.

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El anuncio, en cualquier caso, es un avance con vistas a superar la crisis ya que era una condición indispensable para seguir adelante con el plan de rescate con el objetivo de devolver la sostenibilidad fiscal en sus cuentas.
En el comité están representados entre el 70 y el 80 % de los deudores, entre ellos los bancos griegos. Tras una reunión en la sede central del banco alemán Deutsche Bank por invitación del IIF, Dallara añadió que «todas las partes deben hacer concesiones para solucionar el problema griego» y calificó la situación en Grecia de «única».

No obstante, Dallara ha considerado que la condonación de la deuda no es una pócima mágica con la que se pueden curar los problemas de Grecia de un golpe. Así, ha añadido que los acuerdos a los que se llegó en octubre en Bruselas están examinados a fondo y que se confía en que el nuevo Gobierno griego, liderado por Lukas Papademos, se esforzará en reducir el endeudamiento.

Dallara no ha presentado planes más detallados de cómo se va a producir la condonación de la deuda y se ha mostrado confiado en poder encontrar una base común con los griegos las próximas semanas. Los acreedores privados de Grecia deben aceptar una condonación del 50% de la deuda griega, lo que supone unos 100.000 millones de euros, como parte del segundo plan de rescate para el país.

El Estado griego tiene un endeudamiento de 340.000 millones de euros, de ellos 50.000 millones de euros en manos de bancos griegos y otros 45.000 millones de euros en bancos europeos. Otros inversores como aseguradoras, fondos de pensiones y fondos de inversión libre (hedge funds) tienen una exposición a la deuda de Grecia de unos 100.000 millones de euros.

El ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, dijo en un comunicado que «nuestro objetivo es concertar un acuerdo que implique el máximo número posible de acreedores. Queremos conocer lo que piensan el IIF y las otras organizaciones de acreedores privados para que el cambio de bonos dé los mejores resultados posibles».

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