Tasas de interés implícitas: lo que los inversores están apostando sobre las tasas del Fed y el BCE

Qué son las tasas implícitas y por qué debes fijarte en ellas

Cuando hablamos de tasas de interés implícitas nos referimos a lo que esperan los inversores que hagan los bancos centrales en el futuro, no lo que tienen ahora. Es como mirar el calendario financiero y decir “esto es lo que el mercado cree que pasará”. Se derivan de futuros, bonos, swaps, opciones, instrumentos que reflejan la expectativa sobre recortes, subidas o mantenimiento de tipos.

Fijarse en eso tiene valor real si inviertes o si simplemente te interesa cómo se mueve la economía. Por ejemplo, saber que los mercados apuntan a que la Fed podría recortar sus tasas en los próximos meses, o que el BCE mantendrá tipos bajos mientras la inflación sigue moderándose, te ayuda a anticipar movimientos de divisas, de bonos o incluso de las acciones de bancos.

Otra cosa importante es que las tasas implícitas no son fijas, van cambiando según los datos que se publican: inflación, empleo, precios de la energía. Si la inflación baja más rápido de lo esperado, esas tasas podrían ajustarse hacia recortes. Si los datos sorprenden al alza, el mercado puede dar marcha atrás en sus expectativas.

Qué muestran ahora los mercados respecto al Fed y al BCE

Actualmente los inversionistas están apostando por una moderación de los tipos de interés de la Fed. Se espera que la Reserva Federal reduzca sus tasas en varios pasos durante lo que resta de 2025 y en 2026 hasta situarse alrededor del 3,1 %. Esto supone una bajada importante respecto al rango vigente cercano al 4,25-4,50 % y refleja que el mercado asume que la inflación seguirá cediendo y que el crecimiento económico puede perder fuerza.

En cuanto al BCE, los mercados perciben que ya ha hecho buena parte del trabajo con las bajadas previas. Actualmente el tipo de depósito está en torno al 2 % y el de refinanciación cerca del 2,15 %. Las expectativas apuntan a que se mantenga en esos niveles hasta que los datos de inflación subyacente y empleo den señales más claras. Hoy por hoy no hay apuestas fuertes de que baje mucho más este año, salvo que aparezcan pruebas de una inflación más débil de lo previsto.

Este contraste entre Fed y BCE genera efectos directos en el euro y el dólar. Si la Fed baja sus tasas y el BCE no lo hace, el dólar puede perder atractivo frente al euro. También influye en los mercados de bonos: menos rentabilidad en los bonos europeos si todo se mantiene estable, mientras que en Estados Unidos los rendimientos pueden ajustarse con las expectativas de recorte.

Para ti esto significa que merece la pena estar pendiente de los comunicados de la Fed y el BCE, así como de los datos clave. Las tasas implícitas son un barómetro de confianza que te permiten anticipar tendencias. Si aprendes a leerlas puedes prepararte para movimientos que otros verán demasiado tarde.

En definitiva, las tasas de interés implícitas muestran hoy que la Fed probablemente iniciará pronto un ciclo de recortes si la inflación lo permite, mientras que el BCE prefiere esperar y mantener cierta prudencia. Entender esta diferencia te da una ventaja para interpretar el mercado de divisas, la renta fija o incluso para planificar mejor tus inversiones personales.

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