La UE se aproxima al acuerdo para crear una unión bancaria, es por eso que en esta ocasión hablaremos de todos los detalles que hay que conocer.
Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea siguen debatiendo en Bruselas los detalles sobre el primer pilar de la unión bancaria europea, el supervisor financiero único, que otorgará al Banco Central Europeo (BCE)las competencias de supervisión financiera de la zona euro.
El tema de traspasar las competencias de vigilancia financiera de los bancos centrales nacionales al BCE ya es suficientemente complicado de por sí. En primer lugar, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) podría empezar a recapitalizar directamente entidades bancarias con problemas. Tras ello, a medio y largo plazo, deberían llegar los otros dos pilares: un mecanismo único de resolución de entidades financieras y un fondo de garantía de depósitos común. Es decir: transferencias potenciales de fondos desde los países del núcleo duro del euro (Alemania, Holanda y Finlandia) hacia la periferia.
Se trata de buscar puntos comunes en tres aspectos polémicos: las fechas de la unión bancaria, cuántos bancos debe vigilar directamente el BCE y el poder que deben tener en el sistema de supervisión único los países de la UE que no forman parte del euro si deciden adherirse a la unión bancaria.
Detalles de la Union Bancaria:
El Consejo Europeo encomendó a los ministros de Economía cerrar un marco legislativo antes de que acabe este año, para que el 1 de enero de 2013 pueda empezarse el trabajo operativo para el establecimiento del supervisor financiero único.
El objetivo sigue siendo que el 1 de enero de 2014 el BCE ya vigile a todos los bancos que tenga encomendado supervisar. Francia, España, el Consejo y la Comisión quieren acelerar cuanto antes el trabajo, pero Alemania no desea precipitarse. El ministro de Economía español, Luis De Guindos, ha asegurado a su entrada que cuanto antes llegue la unión bancaria, mejor pero que seis meses antes o seis meses después es una cuestión menor.
Sobre cuántos bancos hay que vigilar, Alemania asegura que no es realista que el BCE supervise directamente las 6.000 entidades financieras de la zona euro, aunque para ello se apoye en los bancos centrales nacionales. Por ello, prefiere un sistema en el que el BCE vigile directamente a las grandes entidades europeas y del resto se encarguen los supervisores nacionales. De este modo, las pequeñas cajas alemanas escaparían del control europeo.
Se sugiere que el BCE supervise directamente aquellos bancos con activos superiores a los 30.000 millones de euros, pero que tenga autoridad para hacerse cargo de otras entidades menores en el caso de que lo considere oportuno. También controlaría aquellos bancos cuyos activos supongan más del 20% del PIB de un país y un mínimo de dos bancos por Estado miembro.
Y para el reparto de poder en el nuevo sistema de vigilancia bancaria hay dos problemas:
- la creación de un Consejo de Supervisión dentro del BCE (cuyas funciones deben estar claramente separadas de las tareas de política monetaria): los países que no forman parte del euro podrían rechazar algunas medidas adoptadas por el Consejo de Gobierno del BCE sin tener que salirse del mecanismo único de supervisión.
- y la modificación del sistema de voto de la Autoridad Bancaria Europea (ABE): las decisiones dentro de la ABE, encargada de crear la normativa regulatoria para los 27, podrían requerir una mayoría simple de los países que no forman parte del euro.