Entre los gastos y comisiones que se pueden llegar a generar en un fondo de inversión encontramos a las denominadas retrocesiones. Vamos a conocer más sobre este tipo de gasto, su aplicación, e incluso como poder tratar de evitarlo.
Para empezar, debemos situarnos. Una retrocesión en un fondo de inversión es una comisión, pero con unas características particulares que hace que se apliquen de manera bastante diferente a las comisiones convencionales.
Hay que tener en cuenta que las retrocesiones se pueden aplicar en diferentes productos financieros, pero, es en los fondos de inversión donde tienen algunas características particulares muy diferentes
La retrocesión en los Fondos de Inversión
En un fondo de inversión la retrocesión va a ser la comisión que la gestora del fondo va a pagar al distribuidor. Hay que pensar, que los fondos de inversión se comercializan como productos en entornos muy diferentes y más allá en muchas ocasiones de las propias gestoras que los administran.
Por tanto, esta comisión sería la que bonifican a quien comercializa el producto de una gestora. Podemos visualizarlo de otra manera, sería el beneficio o el premio que la gestora propone a una entidad para que coloque su producto de manera preferente (por ejemplo).
En su aplicación, estas comisiones se cobran de manera directa por el gestor al cliente y, se pagan posteriormente al distribuidor, de ahí el nombre.
Hay que tener en cuenta que es una comisión muy polémica. Está directamente ligada en muchos casos a lo que se denomina malas prácticas en la comercialización ya que, teóricamente, fomenta la preferencia de unos productos financieros sobre otros por encima del análisis realista del cliente y sus necesidades.
Hay que pensar que se trata de acuerdos particulares entre gestor y distribuidora. Esto hace que no siempre se haya mostrado de manera clara, no es una comisión transparente, ya que se incluye habitualmente dentro de los conceptos de comisiones de gestión de la propia gestora, y no se desglosaba con su carácter privado.
¿Merece la pena pagar en metálico? En este post lo analizamos a fondo
¿Se Pueden evitar las retrocesiones de fondos de inversión?
Es difícil, para el pequeño inversor, evitar las retrocesiones ya que no siempre vamos a conocer los acuerdos privados entre gestor y distribuidor. Sin embargo, hay algunas cuestiones que sí deberíamos tener en cuenta y es que podemos clasificar los fondos en este sentido en dos partes que, además, si se explicitan como tal.
Las clases limpias, que además se autodenominan así, son aquellas en las que no se aplicará retrocesión. Esto, además, se traduce en un menor coste de las comisiones de gestión.
Las clases sucias, no se autodenominan a sí mismas de esta manera ni explicitan que si aplican la comisión de retrocesión, pero tampoco lo negarán.
Por tanto, la fórmula con la que se podría evitar el asumir las comisiones de retrocesión sería acudir siempre a quien comercialice de manera clara fondos de clase limpia, explicitados como tal.
Sin embargo, esto no es tan sencillo. Las entidades financieras convencionales, en general para tender a comercializar o sus propios fondos a través de gestoras propias, donde efectivamente podemos reducir el coste de la comisión de gestión, o, cuando comercializa fondos externos, buscarán en mayor medida aquellos que les ofrezcan un mayor margen de comisión de gestión.