El euro alcanza máximos de cuatro meses frente al dólar por reformas fiscales en Alemania

Alemania rompe su techo fiscal… y eso lo cambia todo

No es casualidad que el euro haya cogido impulso justo ahora. En lo que va de 2025, la moneda europea ha recuperado terreno frente al dólar y ha tocado máximos que no veíamos desde hace cuatro meses. ¿La clave? Alemania.

Sí, Alemania. El país que durante años ha sido sinónimo de disciplina fiscal, esa que no deja gastar ni un euro de más, ha decidido dar un giro. El Bundestag ha aprobado una reforma que rompe el famoso “freno de la deuda”, permitiendo al gobierno gastar a lo grande: más de un billón de euros en inversión pública, desde infraestructuras hasta transición energética. Y claro, los mercados lo han notado.

Porque este tipo de decisiones tienen efecto casi inmediato. El euro ha empezado a fortalecerse en cuanto se anunció. Los inversores interpretan que, si Alemania invierte con fuerza, la economía europea puede volver a moverse. Y eso es justo lo que el euro necesitaba para ganar algo de protagonismo frente al dólar.

El dólar, en cambio, se tambalea entre dudas

Mientras tanto, al otro lado del Atlántico, las cosas no pintan tan bien. Estados Unidos está metido en plena tormenta de incertidumbre: nuevas tarifas comerciales, tensión con varios socios internacionales, y una desaceleración económica que ya no se puede esconder. El desempleo sube, el consumo flojea, y el dólar, cómo no, lo acusa.

A esto se suma que algunos inversores están empezando a desconfiar del rumbo que lleva la Reserva Federal, que no termina de aclarar si va a subir tipos, bajarlos o quedarse quieta. Demasiado ruido. Demasiadas dudas.

Todo esto ha provocado una fuga de capitales hacia activos considerados más estables. Y ahí es donde entra el euro. Con Alemania liderando una reforma que muchos consideran histórica, la moneda europea ha recuperado fuerza. No es solo que valga más frente al dólar, es que ha vuelto a ganarse cierta confianza en los mercados internacionales.

Puede que no dure. Puede que sea un repunte temporal. Pero por ahora, el euro vuelve a mandar, al menos en esta partida. Y con lo que hay en juego este año —elecciones, ajustes monetarios, tensiones comerciales—, lo que está claro es que esto no ha hecho más que empezar.

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