Fórmula de tasa de gastos generales predeterminada

La tasa de gastos generales predeterminada es una herramienta que se suele utilizar aplicándose sobre el gasto general de fabricación de un producto. También se puede utilizar del mismo modo aplicándose a órdenes de trabajo o estrategias.

Habitualmente, esta tasa de gastos se tiende a calcular en los inicios de los periodos contables. El cálculo se basa en la división entre el coste del gasto general de fabricación entre una base de asignación, que también se conoce como base de actividad o generadores de actividad.

Aunque pueden existir otros factores y sistemas de aplicación, habitualmente las bases de asignación se calculan utilizando las horas de mano de obra directa, horas de maquinaria empleada y costes directos de materiales en el proceso de producción o fabricación.

Esto nos llevaría a una fórmula que tiene diferentes formas de ser aplicada.

Fórmula y cálculo

Para realizar el cálculo, la tasa de costes indirectos predeterminados suele derivarse utilizando una división sobre el coste indirecto de fabricación que se estima (o se presupuesta) entre las unidades estimadas dentro de la base de asignación. Estos cálculos se realizan al comienzo del periodo estimado en el que se va a realizar el cálculo.

Por tanto, el resultado diría que la tasa de gastos generales predeterminada equivale al coste estimado de manufactura dividido entre las unidades de la base de asignación.

Por ejemplo, una empresa utiliza una cantidad determinada de horas de mano de obra directa asignada a los costes generales dentro de su producción. En este caso, el presupuesto de esta empresa, va a mostrar costes indirectos de fabricación estimados relacionados con una cantidad de horas de mano de obra directa durante un periodo de tiempo. Por ejemplo, un año.

En este caso, se debería dividir el coste indirecto de fabricación entre las horas estimadas. Esto arrojaría un precio de coste por obra de mano directa.

Teniendo en cuenta que esta fórmula se va a basar completamente en estimaciones, hay que comprender que no se trata de una fórmula exacta. Por ello, en muchas ocasiones, se va a combinar con otro tipo de herramientas o sistemas de cálculo y contables.

Además, las comparaciones de los gastos generales que se aplican, van a mostrar la cantidad de gastos generales por exceso y por defecto. Es interesante tener en cuenta que la eliminación de las diferencias entre los gastos generales aplicados y los gastos generales reales, se obtiene lo que se denomina disposiciones de gasto general en exceso o defecto.

La forma de entender las tarifas generales

La tasa de gastos generales predeterminada se conoce como tasa de gastos únicos o de planta. Es un modelo que, aunque se puede aplicar en otros formatos, generalmente se va a utilizar en empresas pequeñas. Habitualmente, en una gran empresa, los departamentos de producción calculan por separado sus propias tarifas que se suman a los gastos generales.

Cuando se utilizan muchas tasas generales predeterminadas, se establece un modelo de tarea compleja que suele requerir mucho tiempo. Sin embargo, este tiempo empleado a la vez es un proveedor de enfoques más precisos. Si nos acordamos, anteriormente decíamos que el cálculo no suele ser exacto. Por ello, utilizar herramientas que mejoren el enfoque preciso, es muy interesante.

El coste de la orden de trabajo

Un último elemento que se puede tener en cuenta, es el coste de la orden de trabajo. El coste de la orden de trabajo es otra herramienta utilizada por las empresas que fabrican diferentes tipos de productos. Es un sistema muy común en la industria manufacturera.

Cuando se utiliza un sistema de cálculo de costes por órdenes de trabajo, se suele decir que los pedidos de trabajo, que también se conocen como lotes, sumarán el volumen total sobre el que se realiza el cálculo sobre las órdenes de trabajo.

Por ejemplo, si una empresa acepta un pedido o un trabajo sobre diferentes servicios o productos, es muy complejo establecer la asignación de costes. En este caso, el registro de costes por trabajo individual se suele mantener: esto se debe a que cada trabajo va a tener un producto diferente, y por tanto un coste diferente.

El cálculo por unidad de trabajo se realiza cuando divide es el coste total asignado al trabajo por el número de unidades.

 

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